El abanderado de la coalición todos por México afirmó que no llega derrotado al tramo final y remontará las encuestas rumbo al 1 de julio. Reconoce errores durante la precampaña
Terminaron las precampañas y José Antonio Meade reconoció que a lo largo de la suya se cometieron errores y “hubo de todo”, donde incluso su equipo funcionó como si fueran secretarios de Estado, lo que les restó agilidad y un pulso más rápido para reaccionar.
“Yo creo que ha habido de todo, yo creo que otra vez, como cuando se prueba uno ropa, de repente, la primera que te pruebas no te queda bien, cambias el corte de pelo y no te funciona, seguíamos deseando Feliz Navidad cuando ya era Día de la Candelaria”, admitió.
Sin embargo, aseguró que ya se hicieron los ajustes y ahora van afinados para la campaña que arranca este 29 de marzo, donde aseguró que no llega derrotado y confió en remontar las encuestas rumbo al 1 de julio donde se renovará la presidencia de la República.
–¿Quién se equivocó ahí?
–Fallan temas, es normal, andábamos todos metidos. De repente funciona uno en la campaña como si fuéramos secretarios de Estado, nos falta agilidad, nos falta un pulso más rápido, pero ya estamos afinados, ya se hicieron los ajustes, ya se fueron tomando definiciones.
En entrevista con Ciro Gómez Leyva, Meade evadió varias veces deslindarse del presidente Enrique Peña Nieto, pero de lo que si pintó su raya fue de la corrupción que impera en varias esferas gubernamentales y de la seguridad que, dijo, no está funcionando e incluso acusó que ha habido un repunte de la inseguridad en varias regiones del país.
“No está funcionando la seguridad, claramente, donde nos paramos, donde los vemos, hay un repunte muy importante”, fustigó.
José Antonio Meade destacó que el presidente Enrique Peña Nieto impulsó y logró reformas muy importantes y cambios en los que él participó y “en los que creo, porque hay muchas cosas que avanzaron y no podemos ser ciegos ante eso”.
Aseguró que no necesita deslindarse del presidente Peña Nieto, sino de los temas que no están funcionando en el país como la seguridad y el combate a la corrupción.
En medio de los señalamientos que aseguran un distanciamiento del PRI, Meade aseguró que “está bien” con el tricolor y rechazó que haya una anticampaña u hostilidad por parte de Miguel Ángel Osorio Chong contra su proyecto presidencial e incluso aseveró que el exsecretario de Gobernación “está participando” en su estrategia rumbo a los comicios presidenciales del 1 de julio.
“No hay (hostilidad), nos va a ayudar en diferentes temas. Hemos trabajado por mucho tiempo juntos, ahí estamos, estamos todos, le estamos echando ganas, creemos en el proyecto. Y creemos en que lo que está en juego para el país es mucho”, recalcó.
Meade comparó la contienda presidencial con un juego de futbol: “En términos futbolísticos, vamos a tener un candidato que cuando pierde no le gusta reconocerlo y proclive a meterse autogoles (AMLO). Tenemos otro candidato que no le gusta soltar el balón, que más o menos pues lo va agandallando y que no juega en equipo (Ricardo Anaya)”.
“En cambio, tenemos a uno que le gusta jugar en equipo, que le gusta hacer una propuesta estratégica en el planteamiento, y esos equipos les acaba yendo bien. Luego sufrimos con el Cruz Azul y los Pumas, pero cuando estamos bien plantados en la cancha acabamos sacando un buen resultado”, explicó.
Meade también consideró un exceso del dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, quien llamara prietos a los expriistas que se han sumado a Morena y lo justificó al considerar que fue una expresión al calor de la arenga electoral.
Dijo que ya platicó con Ochoa Reza, quien reconoció que fue un exceso y de inmediato ofreció disculpas sin regateos ni dejar pasar tiempo.
“Las campañas son de contrastes en los contrastes se vale con un límite, que ese límite tiene que ser el respeto”, afirmó Meade.
Tras 60 días de precampaña y 243 encuentros con militantes, el aspirante presidencial del tricolor reconoció los errores cometidos, por lo que dijo, quiere que las cosas estén bien, corregir lo que está mal, sin dejar de reconocer todo lo que se ha avanzado.
