Tijuana, BC.- En el segundo debate presidencial realizado en la Universidad Autónoma de Baja California, bajo un formato que permitió no solamente la participación directa de ciudadanos sino la posibilidad de que los aspirantes se carearan e hicieran señalamientos frente a frente, los ataques y cuestionamientos personales fueron abundantes y faltaron propuestas de fondo y detalles sobre cómo implementarlas.
También se lanzaron insultos como “farsante”, “cínico”, “mentiroso”, “autoritario” y “demagogo”. En algunas intervenciones de moderadores, los aspirantes contestaron brevemente y después enfocaron sus baterías contra sus contrincantes.
Los abanderados coincidieron en mejorar las condiciones de los migrantes de Centroamérica que pasan por México y en criticar la posición de Donald Trump sobre ese sector de la población.
En su mensaje final, los cuatro candidatos afirmaron que si ganan, se recuperará la paz y México será potencia económica, pero también lanzaron advertencias.
Andrés Manuel López Obrador dijo que México tiene riquezas y un pueblo trabajador, y que sólo le falta una cosa: un buen gobierno.
Ricardo Anaya, de Por México al Frente, aseveró que México vive momentos difíciles y hay una profunda indignación por la corrupción.
José Antonio Meade, de Todos por México, advirtió que será una elección en la que se escogerá entre la certidumbre y el riesgo. “Una elección en donde vamos a escoger entre futuro y pasado”, dijo.
Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” sentenció en su participación de cierre que los mexicanos necesitan “quitarse la pata del pescuezo”. Llamó a los ciudadanos a no permitir que ninguno de sus contrincantes llegue a la Presidencia.
