Uno de los problemas sociales más dañinos que está provocando la desaparición de personas en Jalisco es la victimización de menores de edad al quedar en condiciones de orfandad tras la pérdida de alguno de sus padres, o inclusive de ambos, por hechos de esta naturaleza; dicha problemática, no obstante, ya cuenta con programas gubernamentales de índole estatal lanzados específicamente para su atención.
En efecto, las intensas dinámicas delictivas de desaparición de personas que prevalecen en Jalisco, generadas mayormente por organizaciones criminales, están causando que una cantidad significativa de niñas, niños y adolescentes enfrenten una situación de desamparo, misma que está ameritando la intervención de las autoridades estatales, particularmente de aquellas a cargo de la asistencia social, para aminorar los impactos negativos derivados de la ausencia temporal o quizá definitiva de sus padres.
La necesidad puntual de atender a las niñas, niños y adolescentes de Jalisco que se han convertido en un grupo social vulnerable, tras haber sufrido la desaparición de alguno de sus padres, o de ambos, está causando, a su vez, que esta problemática comience a ser diagnosticada en sus dimensiones por las autoridades estatales, inclusive con estimaciones cuantitativas que empiezan a arrojar luz sobre el tamaño que está adquiriendo este sector poblacional de víctimas en situación de orfandad.
Los registros que ha elaborado en esta materia el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Jalisco, por ejemplo, muestran que tiene identificados a al menos mil 113 menores de edad en el estado en situación de orfandad, precisamente porque el delito de desaparición de personas resquebrajó su núcleo familiar, y de los cuales 548 son hombres, mientras que 565 son mujeres, según esta información proporcionada vía transparencia.
Ese organismo del Gobierno de Jalisco ha detectado la presencia de menores de edad padeciendo orfandad por la desaparición de sus padres en al menos 29 municipios del estado, aunque pueden destacarse los 10 siguientes por concentrar las mayores cantidades de estas niñas, niños y adolescentes que están atravesando por condiciones de desamparo derivadas de estos hechos delictivos.
Zapopan aparece en primer lugar, con 249 menores en estas condiciones, considerando 124 hombres y 125 mujeres; como segundo municipio con esta problemática social figura Guadalajara, con 175 menores totales (83 hombres y 92 mujeres); en el tercer sitio está Atotonilco El Alto, con 98 menores (45 hombres y 53 mujeres); en cuarto está San Pedro Tlaquepaque, con 92 menores (54 hombres y 38 mujeres); en quinto está Tlajomulco de Zúñiga, con 81 menores (36 hombres y 45 mujeres) y en sexto está colocado San Miguel El Alto, con 70 menores (34 hombres y 36 mujeres).
El séptimo lugar es para Lagos de Moreno, con 56 menores (26 hombres y 30 mujeres); seguido, en octavo, por El Salto, con 33 menores (20 hombres y 13 mujeres); en el noveno por Ocotlán, con 33 menores (13 hombres y 20 mujeres); y en el décimo escaño por Tala, también con 33 menores totales (17 hombres y 16 mujeres).
El resto de los municipios figuran en los registros entregados por el organismo estatal con distintas cantidades totales de niñas, niños y adolescentes en orfandad por el delito de desaparición de personas.
Poncitlán tiene 29 menores en estas condiciones; Sayula tiene 26; El Grullo tiene 24; Tomatlán tiene 24; Encarnación de Díaz tiene 22; Tonalá tiene 19; Chapala tiene 13; Ixtlahuacan de los Membrillos tiene 10; San Juan de los Lagos tiene seis; Autlán de Navarro tiene cinco; Jalostotitlán tiene tres; Ahualulco de Mercado, Arandas, Jesús María y Valle de Juárez tienen dos cada uno; mientras que Magdalena, Puerto Vallarta, Tenamaxtlán y Tolimán, tienen todos un menor de edad inmerso en esta problemática social.
Beneficiarios registrados
El Sistema DIF Jalisco puntualiza que todos los menores de edad que aparecen en estos registros son beneficiarios del programa social que implementa, diseñado específicamente para intervenir en esta problemática que está originando el fenómeno delictivo de la desaparición de personas en el estado.
“En ese sentido la información que se presenta a continuación corresponde a los NNA que reciben o han recibido acompañamiento psicosocial y apoyo económico directo por manutención del proyecto 154 del Sistema DIF Jalisco ‘Acompañar la ausencia a familiares de personas desaparecidas en el estado de Jalisco’, implementándose este en distintos Sistemas Municipales DIF del estado de Jalisco desde el 2019 al 2025“, menciona el DIF.
Y continúa: “el proyecto 154 del Sistema DIF Jalisco ‘Acompañar la Ausencia a Familiares de Personas Desaparecidas en el Estado de Jalisco’ incluye en su padrón de beneficiarios a niños, niñas y adolescentes (NNA) que tengan uno o ambos (madre, padre o tutores) en situación de desaparición (Folio 140279425000134)”.
Nuestra Directora General Diana Vargas Salomón, recordó que al ampliarse el presupuesto de 30 a 38 millones de pesos para el programa Acompañar la Ausencia, se brindarán apoyos y servicios asistenciales en diferentes vertientes. pic.twitter.com/fZDdB8QXcd
— Sistema DIF Jalisco (@DIFJalisco) April 9, 2025
Apoyos del programa
Así explica el organismo el objetivo de su programa: “el proyecto 154 del Sistema DIF Jalisco ‘Acompañar la Ausencia a familiares de personas desaparecidas en el estado de Jalisco’ tiene como finalidad principal fortalecer los procesos de resiliencia de las familias y brindarles herramientas para que puedan mejorar sus mecanismos de afrontamiento ante una serie de dificultades con las que tienen que lidiar, a través de acompañamiento psicosocial, así como brindar apoyos directos ante necesidades básicas de subsistencia familiar”.
Y así detalla en qué consisten los apoyos que proporciona: “las y los familiares directos reciben un apoyo económico por $2,500.00 pesos bimestrales para mitigar las necesidades básicas derivadas de la búsqueda activa y para gastos de manutención de hijas e hijos de víctimas directos de desaparición. (…) (Apoyo alimentario) Este consta de la entrega de dotaciones alimentarias con calidad nutricional para apoyar el acceso y consumo de alimentos nutritivos e inocuos a los familiares directos del delito de desaparición, de modo que les permita prevenir los riesgos asociados a la desnutrición y/o carencia alimentaria”.
Fuente: Reporte Índigo