
Por qué hay polémica en torno al desfile militar del 14 de junio
El desfile, que según estimaciones oficiales se trata de uno de los eventos militares más grandes en décadas, tuvo un costo de u$s25 millones y u$s45 millones. Ante ello, la organización Indivisible, al igual que otros grupos progresistas, denuncian el desfile como una apropiación política del cumpleaños del presidente Trump, argumentando que este evento busca reforzar su imagen de poder y autoridad sobre el país. Además, critican las políticas del gobierno que consideran perjudiciales para los derechos civiles y los servicios públicos esenciales.
La magnitud del desfile evoca el celebrado en 1991 bajo la presidencia de George H.W. Bush, que conmemoró la victoria en la Primera Guerra del Golfo. En esa ocasión, más de 8,800 militares desfilaron ante unos 200,000 asistentes en las calles de Washington.
Una protesta global y pacífica
Los eventos del No Kings Day no se limitan a Estados Unidos. También se organizan manifestaciones en Europa y América del Sur, lo que transforma esta jornada en una acción coordinada a nivel internacional. Leah Greenberg, también codirectora de Indivisible, afirmó que estas protestas son una “afirmación democrática contra la autoridad monárquica percibida del presidente y sus políticas represivas contra la sociedad civil y los medios de comunicación”.
Desde la organización insisten en que las protestas deben ser pacíficas y sin armas. El objetivo central es visibilizar que el poder en democracia no se impone desde arriba, sino que se construye colectivamente desde abajo.
Qué dijo Donald Trump acerca del “No Kings Day”
En medio de la creciente expectativa por las protestas del No Kings Day, Donald Trump respondió durante una conferencia de prensa en la Oficina Oval. Siendo consultado por las manifestaciones previstas para el 14 de junio, y lejos de bajar la tensión, lanzó una advertencia directa: “Aquellas personas que quieran protestar se encontrarán con una fuerza muy grande”, dejando entrever una postura inflexible frente a cualquier intento de oposición en el espacio público.
Fiel a su estilo provocador, Trump minimizó la convocatoria al asegurar que no tenía conocimiento de que se estuvieran organizando protestas. “Ni siquiera he oído hablar de ninguna protesta”, declaró, para luego añadir una acusación sin fundamento: “Se trata de gente que odia a nuestro país”.
Mientras tanto, desde Indivisible aseguran que no buscan confrontación: promueven manifestaciones pacíficas, sin violencia y sin armas, con la intención de ejercer el derecho democrático a disentir. La respuesta de Trump, sin embargo, parece anticipar un clima de tensión para el 14 de junio, donde la calle, más que nunca, será un escenario de disputa simbólica.
Fuente: Ámbito