Integrantes de organizaciones humanitarias en Estados Unidos y en México, junto con voluntarios y activistas, iniciaron este lunes la “caminata migrante”, un trayecto con el que buscan honrar la memoria de al menos 8,000 personas migrantes que según su conteo han fallecido en la frontera entre ambos países desde la década de 1990.

Quienes participan caminarán una ruta de 120 kilómetros a lo largo de una semana. El trayecto pretende emular el camino que toman muchas personas migrantes a pie en su intento por cruzar hacia el lado estadounidense, yendo desde Sásabe, en el desierto sonorense de México, hasta Tucson, en Arizona. Esta es la edición número 22 de esta caminata anual.

“Los riesgos que toman los migrantes nunca han sido tan evidentes”, dice Saulo Padilla, que coordina el programa de educación migratoria en el Comité Central Menonita de México, a la agencia noticiosa EFE.

Padilla opinó que el actual Gobierno estadounidense del presidente republicano, Donald Trump, ha impulsado una “creciente militarización de la frontera” mayor a la vista “bajo otras administraciones”.

Según Padilla, el Gobierno de Trump está así usando decretos y leyes de hace siglos como un “arma” para acorralar a las personas migrantes.

Padilla dijo que con estos mecanismos también se ha buscado atacar a activistas y a estudiantes extranjeros, así como a quienes critiquen las acciones de la Administración.

La “caminata migrante” de este año empezó el lunes desde Tucson, donde los participantes recibieron cruces de madera blancas que llevarán durante el trayecto para representar a las personas que han perdido su vida en esa zona.

Muchas de las cruces no tienen nombre, sino dicen “desconocido” o “desconocida”, dado que hay muchos restos óseos que han sido recuperados del desierto de Arizona que todavía no han sido identificados.

El grupo que hace la caminata destacó que, a diferencia de quienes suelen hacer este trayecto, ellos sí contarán con agua y comida suficiente; la falta de acceso a estas es una de las razones por las que se cree que la zona fronteriza es especialmente mortífera.

La Organización Internacional para las Migraciones, una agencia afiliada a la ONU, incluso ha calificado a la frontera entre México y Estados Unidos como la “ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo”.

Los participantes de la “caminata migrante” dijeron en una conferencia de prensa que temen que los intentos de cerrar los pasos fronterizos; la cancelación de sistemas para solicitar asilo y para cruzar legalmente; así como las continuas redadas y arrestos de personas en varias ciudades resulten en un aumento de las muertes en el desierto entre México y el Suroeste de EE.UU.

En esta región las temperaturas diarias normalmente son mayores a los 38°C.

 

Fuente: Telemundo