Abuelito hace dibujos en las calles de la CDMX para ganarse la vida en plena pandemia

 

Sabemos que son complicados los tiempos que estamos viviendo, pues la pandemia vino a cambiarnos de muchos maneras, pues ha afectado diversos sectores que son parte de nosotros, como la salud, lo social y hasta lo económico. Y es justo aquí donde nos queremos detener, pues las personas mayores han sido de las más afectadas con todo esto, a tal grado de que han tenido que hacer de todo para sobrevivir, como este abuelito.

Desde hace algunos días comenzó a circular en redes sociales la historia de Don Baldemar, un adulto mayor de 74 años que vive en la Ciudad de México. Así como muchas personas de su edad, este señor ha tenido que arreglárselas como puede, ya que a pesar de todo, está buscando la manera de que el coronavirus no afecte de más su economía y lamentablemente, vive en las calles de la ciudad.

Es por eso que gracias al talento que tiene con los trazos y la imaginación, este abuelito está sobreviviendo del arte, haciendo dibujos para ganar un poco de dinero. Todos los días este hombre con cuaderno, lápiz y unos cuantos colores, se pone a dibujar en el mismo lugar donde duerme, en una de las bancas que se encuentran a lo largo de Reforma.

La historia de este señor la compartió una usuaria de Twitter llamada @decosmonaute, quien además de contar su experiencia con Don Baldemar, pidió a todos que lo ayudaran comprándole un dibujo o simplemente comprándole algo de comer. Es más, hasta ella misma se ofreció como mensajera para aquellos que quieran uno de los tanto dibujos de animales y demás que hace este abuelito, o que simplemente tienen la intención de apoyarlo.

Por fortuna la imagen de Don Baldemar comenzó a viralizarse, a tal punto de que muchos usuarios en la misma red social se unieron y juntaron dinero para que este señor pueda vivir bien por un buen rato. Aunque esta es una buena noticia, la inseguridad que se vive en la CDMX obligó a que este abuelito tomara la decisión de no aceptar el dinero, pues se vería en peligro cargándolo por las calles.

Sin embargo, y antes de que se nos pongan tristes, este abuelito acordó con la joven que compartió su historia que cada semana le llevarían un poco de dinero para que pudiera comprar lo necesario para el día a día, desde comida, objetos de higiene y por supuesto, hojas y colores para que siga dibujando.