Mañana, la Junta de Coordinación Política aprobará un acuerdo, que se votará el martes en el pleno, para definir el calendario.

Ciudad de México. El dictamen del plan nacional de desarrollo será aprobado a más tardar el 19 de junio en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, para que se pueda solicitar a la Comisión Permanente un periodo extraordinario antes del 30 de junio, con objeto de que el pleno lo avale.

“Necesitamos pesos y contrapesos, seriedad en la construcción del diseño del país que queremos y cumpliremos la obligación constitucional” de avalar el plan nacional de desarrollo, dijo el presidente de la comisión, Alfonso Ramírez Cuéllar (Morena).

Refirió que si bien la Ley de Planeación precisa que, en caso de que la cámara no aprueba el plan en los plazos legales, se dará por aprobada la propuesta presidencial, en este caso no será así.

“El poder Legislativo deberá asumir su responsabilidad constitucional y citar a un periodo extraordinario luego de un amplio debate nacional”, indicó.

Mañana, la Junta de Coordinación Política aprobará un acuerdo, que se votará el martes en el pleno, para definir el calendario de discusión y aprobación del plan nacional de desarrollo.

Este domingo, Ramírez Cuéllar refirió que entre mayo y junio se convocará a comisiones, instituciones educativas, grupos económicos y organizaciones sociales para alcanzar un acuerdo fundamental en torno a los cambios democráticos, las políticas contra la pobreza, el crecimiento de la economía y la pacificación del país.

“El país demanda un nuevo acuerdo nacional. Entre todos debemos de construir las certezas sobre las políticas y los cambios que deben ocurrir en México en los próximos seis años. El propósito es también construir una corresponsabilidad entre los poderes de la Unión y los diversos sectores de la sociedad”, sostuvo.

Afirmó que el plan sexenal no será “un documento muerto”, porque prevalecerá la exigencia de definir políticas y programas concretos, establecer metas y realizar una evaluación anual.

“Lo que se apruebe en junio en la Cámara de Diputados adquirirá carácter de mandato cuya aplicación no puede quedar a la discrecionalidad de los poderes”, expuso.

Ramírez Cuéllar planteó que el viejo formato de construcción del plan nacional de desarrollo, en el que solo se redactaban promesas de campaña sin proponer ningún mecanismo de fiscalización ni rendición de cuentas, está agotado y es insostenible.

Dijo que si bien el Congreso no ha aprobado el reglamento de la Ley de Planeación y que la Ley Orgánica del Congreso de la Unión no define el procedimiento detallado para la elaboración del dictamen y su presentación en el pleno, el procedimiento puede ser aprobado por la Junta de Coordinación Política.

Propuso una serie de pasos hacia ello: la discusión abierta; convocar a un periodo extraordinario el 25 de junio; que la Comisión de Presupuesto entregue el dictamen el 19 de junio; y que las comisiones (la Junta de Coordinación propondrá turnarlo a 17 de éstas) presenten sus propias opiniones.

Sugirió que las comisiones incluyan las previsiones necesarias sobre los recursos que serán asignados para el cumplimiento de sus fines, y que se determinen los instrumentos y responsables de su ejecución, los lineamientos de política de carácter global, sectorial y regional.

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