Los maestros pusieron en la mesa una nueva demanda en materia de plazas.

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) impidió, otra vez, la dictaminación de la Reforma Educativa y complicó más los acuerdos para sacar avante el tema al poner sobre la mesa una nueva demanda: garantizar que 5 mil 517 maestros de la sección 22 sean reinstalados, promovidos o se les otorguen más horas de clase.

Ayer, las comisiones de Puntos Constitucionales y Educación fueron citadas para aprobar el tema. Morena había logrado que PAN, PRI, PRD y MC apoyaran su propuesta de reforma siempre que garantizara que la CNTE no controlaría las plazas.

A la Coordinadora no le gustó el acuerdo y para impedir se concretara bloqueó San Lázaro y, por ello, no se logró el quórum.

La CNTE tuvo aliados para impedir la aprobación de una reforma que no le conviene. El PT, miembro de la 4T, se desmarcó del dictamen.

Reginaldo Sandoval, coordinador de esa bancada, explicó que ninguno de los derechos laborales de los maestros debe estar contemplado en el artículo tercero constitucional.

La opción, dijo, es incluirlos en el apartado b del artículo 123 constitucional que rige a los trabajadores del Estado.

Morena tiene que decidir si aprueba una reforma educativa con el apoyo de la izquierda o si lo hace con la derecha que validó el Pacto por México hace seis años, enfatizó.

Al PT se sumaron 30 legisladores miembros de la CNTE, entre ellos Irán Santiago y Azael Santiago Chepi.

Vamos a ver (como votan) ellos son libres, aquí no se le da línea a nadie, dijo Mario Delgado, coordinador de Morena.

Delgado negó que el problema sean las plazas y aseguró que las negociaciones seguirán en la SEP.

La oposición exigió al gobierno de Andrés Manuel López Obrador garantizar la seguridad de San Lázaro.

 

Por Nayeli Cortés y Elena Soto

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