Ciudad de México. La evaluación anual del Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la economía mexicana destacó la necesidad de revigorizar la agenda de reformas estructurales para impulsar el crecimiento y reducir la pobreza y la desigualdad.

Los directores ejecutivos instaron a las autoridades a instrumentar plenamente el Sistema Nacional Anticorrupción.

Además, solicitaron continuar con la reforma energética y la participación privada en los sectores de petróleo y gas para atraer las inversiones necesarias e impulsar la producción y el crecimiento.

Señalaron que una mejor aplicación de las regulaciones del mercado laboral, la introducción de un seguro de desempleo, mejoras en el sistema de pensiones de contribución definida y el fortalecimiento de la red de seguridad social podrían fomentar el empleo formal y ayudar a reducir los niveles de pobreza y desigualdad.

El FMI recalcó que la administración entrante heredará una economía estable y resiliente, en donde destacan finanzas públicas sanas gracias al proceso de consolidación fiscal llevado acabo en los últimos dos años, el cual ha ayudado a revertir la tendencia creciente en la razón de deuda pública a PIB y ponerla en una trayectoria descendente.

Adicionalmente, la política monetaria ha mantenido una postura cautelosa. Por su parte, el sistema financiero está bien capitalizado y cuenta con marcos de supervisión y regulación sólidos.

El FMI proyecta que la deuda pública continué disminuyendo, medida según su metodología, a un nivel aproximado de 53 por ciento del PIB a 54.3 por ciento en 2017.

Los directores del FMI enfatizaron que las políticas y los sólidos marcos de política han ayudado a México a navegar por un entorno externo complejo, y que la perseverancia con las reformas estructurales es fundamental para impulsar el crecimiento y reducir la pobreza y la desigualdad.

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