Así lo afirmó Federico Patiño, director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM).

 

 

 

Frenar el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, no sólo sería más costoso que continuarlo, sino que tomaría 6 años liquidar ese adeudo.

Así lo afirmó Federico Patiño, director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), a cargo del proyecto.

En entrevista con Reforma, Federico Patiño contestó las siguientes preguntas:

¿Cuáles serían los efectos de cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco? 
Yo te diría que es más caro cancelarlo que continuarlo, es decir, y déjame ser más preciso, si quisiéramos nosotros cancelarlo, el costo es de cerca de 100 mil millones de pesos. Estás hablando ya de cerca de 100 mil millones de pesos contra los 88 mil (millones) que te hacen falta para continuar.

Si se cancela, ¿qué efecto tiene en las Siefores que invirtieron en Fibra E?
Para las Afores, se va ampliar seguramente el plazo, pero no van a perder absolutamente nada. Los fondos de inversión, los fondos de pensiones van a recibir su rendimiento que habían esperado y su retorno de capital, eso va a ser durante un plazo seguramente mayor, salvo que se busque una negociación distinta.

Pero yo te diría que están asegurados de alguna manera los flujos, porque como diseñamos el financiamiento es que depende del flujo que genera el actual aeropuerto, mientras tengamos un aeropuerto en operación siempre habrá flujo para pagar a los tenedores de los bonos y finalmente a las Afores.

¿Qué efecto se advierten para mercados?
Hay que mandar los mensajes correctos, hay flujo suficiente para poder servir la deuda, como opera de acuerdo con los contrato de financiamiento, es que en caso de que se revoque la concesión al GACM, el Gobierno federal tendrá que indemnizar al GACM como concesionario y esa indemnización equivale a lo ya invertido no recuperable, a esos 60 mil millones de pesos, y eso se traslada directamente a los tenedores de los bonos.

Habría un prepago por cerca de 3 mil millones de dólares, los otros 3 mil millones de dólares -porque fondeamos 6 mil millones de dólares en los mercados-, serán pagados a través de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA). Entonces, el 100 por ciento de la TUA que capte el actual aeropuerto tendrá que ser destinado al pago de los otros 3 mil millones de dólares.

Cada año captamos cerca de 500 millones de dólares de TUA, entonces, en cerca de 6 años se terminarían de pagar los otros 3 mil millones de dólares.

Seis años tomaría pagar el costo de la cancelación, ¿qué solución concilia el interés legítimo de continuar la obra y el interés de poder destinar gasto público a inversión social?
Primero, para distribuir riqueza hay que generar riqueza, este proyecto genera muchísima riqueza, es decir, es un proyecto totalmente autofinanciable, si no se quieren usar recursos fiscales pueden no usarse, el sector privado pudiera financiar la totalidad del proyecto.
El sector privado puede financiar este proyecto y sigue siendo el dueño el Gobierno federal.

¿Qué mensaje daría a la gente que piensa participar en la consulta?
Yo sí les diría que el proyecto que se está construyendo, que lleva un avance importante, que va a tener beneficios, sobre todo, es un proyecto de largo plazo.

A mí me preocupa que vayamos a irnos por una alternativa que en pocos años estemos sentados otra vez discutiendo: y dónde vamos a poner el nuevo aeropuerto. Los aeropuertos son de largo plazo.

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