La Secretaría de Educación incumplió la meta de instalar 23 mil aparatos en las escuelas del país pese a que se le asignaron recursos desde el año de 2015.

 

 

 

 

La Secretaría de Educación Pública (SEP), a cargo de Otto Granados Roldán, tiene detenida la instalación de 23 mil 173 bebederos en las escuelas del país, pese a que, desde 2015, año con año se le han asignado recursos hasta juntar 4 mil 645 millones 24 mil pesos para colocarlos.

La instalación está contemplada en el Programa Nacional de Bebederos, parte fundamental de la Reforma Educativa, en un componente orientado a mejorar la salud de niños, niñas y adolescentes de educación básica.

La idea principal del programa era llevar agua potable de calidad de forma gratuita, para mejorar los planteles educativos, pero también para incidir en los hábitos alimenticios de los alumnos al fomentar en consumo de agua potable y disminuir el de bebidas azucaradas.

Sin embargo, desde 2015, han pasado dos secretarios de Educación Pública —Aurelio Nuño y Otto Granados—, y dos titulares del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed)— Héctor Gutiérrez de la Garza y Luis Fernando Domínguez—, y sólo se han instalado 14 mil 536 bebederos. De acuerdo con un informe de la SEP y del Inifed—organismo encargado del proyecto— enviado al Congreso en agosto, la meta sexenal era de 40 mil bebederos en cinco ciclos escolares, pero se contemplaba cumplir sólo con 95 por ciento de la instalación, es decir, 37 mil 709.

El informe detalla que, del total, 2 mil 675 se instalaron en el ciclo escolar 2014-2015; mientras que de los 11 mil 34 contemplados para el ciclo 2015-2016, sólo se habían instalado 10 mil 264 al cierre de mayo de 2018, con un presupuesto asignado por mil 173 millones 789 mil pesos.

Para el ciclo 2016-2017, el informe da cuenta de mil 597 bebederos instalados y tres mil 997 que estaban en proceso de construcción, de ocho mil previstos con un presupuesto de mil 141 millones 166 mil pesos. El Inifed informó que a partir de este ciclo, comenzó con un proceso de dictamen con ayuda del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua para saber qué tipo de filtro era el necesario.

En el ciclo 2017-2018, se contemplaron mil 141 millones de pesos para instalar otros 8 mil bebederos, que aún no se han colocado. Para el ciclo 2018-2019, se contempla el mismo número de aparatos, con un presupuesto de mil 189 millones 69 mil pesos. En su informe, el Inifed afirma que no existe un atraso, pues el periodo de tres años para cumplirlo es flexible, pues deben presentar requisitos presupuestales que han sido aprobados con retrasos de hasta siete meses por parte de la Cámara de Diputados.

 

Por Iván Ramírez Villatoro

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