Estados Unidad.- “Una heroína para la nación. ¡Descanse en paz!”.

Con esas palabras la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos dio a conocer este lunes la muerte de Linda Brown, quien tenía 76 años.

Su intento por matricularse en una escuela de blancos cuando era niña condujo a un histórico fallo judicial para la igualdad racial en las escuelas de Estados Unidos en la década de 1950.

El pueblo de Estados Unidos donde blancos y negros todavía estudian en escuelas separadas

“Ella era una de ese grupo especial de jóvenes heroicos que, junto con sus familias, lucharon con valentía para acabar con el último símbolo de la supremacía blanca: la segregación racial en las escuelas públicas”, dijo la NAACP en un comunicado.

La asociación Women’s March compartió en Twitter una foto de Brown a sus 9 años, cuando comenzó su batalla por estudiar en una escuela cercana a su casa que era para blancos.

Al ser una afroestadounidense, la niña tenía prohibido asistir a la escuela primaria Summer en Topeka, Kansas, en 1951.

Inconforme con eso, su padre Oliver Brown,se convirtió en el principal demandante en un caso en el que varias familias desafiaron en los tribunales el principio de “iguales pero separados” que dividía a los estudiantes según el color de su piel.

El fallo de la Corte Suprema, en el caso conocido como “Brown contra la Junta de Educación” de 1954, desembocó en la eliminación legal de la segregación en todas las escuelas de Estados Unidos.

UNA DECISIÓN HISTÓRICA

A pesar de vivir a solo unas calles de la escuela Sumner, Linda Brown tenía que inscribirse en una escuela para afroestadounidenses ubicada a unos 3km de distancia de su casa.

Para llegar a ella, la niña de 9 años debía que cruzar las vías del tren y tomar sola un autobús.

Su padre, estaba inconforme con eso y se convirtió en uno de los 13 demandantes en un juicio contra la Junta de Educación de Topeka.

Inicialmente, el caso fue anulado, pero más tarde fue parte de una demanda nacional de la NAACP que reunía los casos de varios estados de Estados Unidos.

Pedían la revocación del dictamen de 1896, llamado Plessy contra Ferguson, que sancionaba legalmente la idea de escuelas racialmente segregadas.

Los activistas de los derechos civiles argumentaron que era discriminatorio porque las escuelas para aforestadounidenses a menudo tenían instalaciones con más carencias.

En 1954, la Corte Suprema dictaminó por unanimidad que las escuelas segregadas eran “intrínsecamente desiguales” y tenían un “efecto perjudicial” sobre los niños afroestadounidenses.

El caso de la NAACP fue dirigido por el abogado Thurgood Marshall, quien luego se convertiría en el primer juez afroestadounidense de la Corte Suprema.

UN CAMBIO CON RESISTENCIAS

La decisión del máximo tribunal de Estados Unidos fue recibida con resistencia por parte de quienes buscaban que las cosas se mantuvieran igual, por lo que el cambio no ocurrió de manera inmediata en todo el país.

En algunos estados, las autoridades locales se negaron a cumplirlo, lo que provocó enfrentamientos públicos, como en Little Rock, Arkansas.

Ya en su edad adulta, Brown abogó por la atención nacional a la juventud, además de que continuó desafiando la segregación en las escuelas.

En una entrevista de 1985, Linda Brown dijo que su padre asumió el desafío porque “sentía que era incorrecto que las personas negras tuvieran que aceptar una ciudadanía de segunda clase”.

Además, Jeff Colyer, el gobernador de Kansas, puso a Brown como un ejemplo a seguir.

“La vida de Linda Brown nos recuerda que a veces las personas más improbables pueden tener un impacto increíble, y que al servir a nuestra comunidad podemos realmente cambiar el mundo”, dijo Colyer.

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